miércoles, 29 de marzo de 2017

"Realmente TBO falleció a los 66 años". Entrevista a Lluís Giralt

 

Hoy contamos con un pilar básico para la publicación de 100 años de TBO, el grafópata Lluís Giralt (Calaf, Barcelona, 1943). Un coleccionista de originales de TBO, y todo lo relacionado con la revista que viera la luz en el año 1917, que incluso llegó a ser colaborador entre los años 1979 a 1983, año del cierre de la revista y venta a Bruguera de la cabecera. La aportación de su conocimiento sobre TBO ha sido fundamental para desgranar estos 100 años de la publicación, desde la primera aparición de la revista hasta su desaparición en 1998. Os dejamos con la entrevista que amablemente nos ha concedido. 


Factoría del Cómic -¿Desde cuándo te viene la grafopatía (monomanía cerebral que consiste en coleccionar dibujos originales de ciertos artistas) por los autores de la revista TBO? 

Lluís Giralt -Desde los siete años, en Calaf donde nací, cuando leí (o miré) el primer TBO. Era en 1950 y me hechizó una portada de Benejam. Me acuerdo como si fuera hoy. Y respondiéndote a lo de la “enfermedad grafopática”, ocurrió en Ceuta haciendo la “mili”. Compré en un bazar caballa el primer dibujo original. Era de F. Tur y desde entonces original que veía, original que compraba. Hoy ya no puede ser por sus precios. Otra cuestión que ha pasado solo para los ricos.

Original de Los grandes inventos de TBO, tercera
época, nº 173 de octubre de 1958. F. Tur

FC -¿Qué cree que aportó la revista TBO a la historieta? ¿Cree que influyo su publicación en la sociedad sus historietas? 

LG -A la historieta, una escuela de dibujantes. Y a la sociedad, en una época gris como la posguerra, alegría, mucha alegría a los niños pobres como yo. Un tebeo podía leerlo dos o tres veces al día. Eran los juguetes de los pobres. ¡Ah!, y una Navidad sin el Almanaque de TBO no era una fiesta completa. Durante el año lo asociábamos al pollo y el turrón. Entonces el pollo, tan cotidiano hoy, solo lo comíamos por Navidad y Fiesta Mayor. ¡Era un manjar! 

FC -La conmemoración del centenario de TBO es un hecho singular. No hay ninguna revista que llegara en el tiempo a tantos números y a tantos años en los quioscos. ¿Cuál crees que fue la clave de esa longevidad? ¿Qué papel jugó su primer director, Joaquín Buigas? 

Joaquín Buigas. Triunfo nº 32 (1963)

LG -Buigas en realidad fue el “padre adoptivo” TBO, aunque el “padre natural” fuese el impresor Suárez que “tiró la esponja” publicando los primeros nueve números. Después de Buigas, tanto Emilio como Albert Viña, fueron solo los “continuadores” de un legado que año tras año iba menguando, hasta que se hizo tan viejo que murió. Realmente TBO falleció a los 66 años, en abril de 1983. Aunque “zombi” de la mano de Editorial Bruguera y Ediciones B, después. 

 FC -¿Cómo surgió la posibilidad de colaborar en 100 años de TBO? ¿Cómo se repartió el trabajo con Antoni Guiral para la realización del libro? 

LG -Bueno, como explico en el libro, cuando Guiral nos reunió a Regàs y a un servidor de usted (que ya no se dice) para hablarnos del proyecto de un libro de esta categoría, el amigo Regàs, por causas profesionales, no pudo adherirse al plan. Por lo tanto no pude repartirme el trabajo y tratándose de la responsabilidad de un libro notable, no había otra solución que ayudar revisando desde el número 1 de TBO página por página, historieta por historieta y año tras año. Después remitía lo investigado a Guiral por correo electrónico. Fue un trabajo que hoy no me atrevería a hacerlo. Por esta razón éste libro es el definitivo. Cualquier “secreto” importante ocurrido en TBO se puede consultar este libro. Es la “Biblia del TBO”, ¡ah!, y que conste que yo mismo me iba quedando perplejo al descubrir en TBO cuestiones publicadas que nunca pude imaginar. 

Sí que puedo decir, que sin la sabiduría de Antoni Guiral, el libro nunca hubiera tenido la categoría que almacena. Yo fui el “pinche” de un cocinero de cinco estrellas como es Guiral

FC -Para la realización del libro ha revisado toda su colección de TBO, ¿cómo fue esa tarea? ¿Qué datos descubrió nuevos sobre los autores y la revista? 

Viñeta de “La liebre montañesa” (TBO, 3er número, 1945)

LG -Voy a explicar algunos: por ejemplo que la firma Opisso la usaban tres dibujantes, que la primera historieta dibujada de La familia Ulises no fue “La liebre montañesa” o que el gran Muntañola tenía un “negro” que dibujaba por él y etc, etc. 

FC -Los dibujantes de TBO eran unos grandes artistas, tales como Urda, Coll, Salvador Mestres, Benejam, Blanco, Bernet Toledano, Muntañola, Raf (que firmaba como Roldán), Isabel Bas o Sabatés; estos son solo algunos de los mejores autores que pasaron por la revista TBO. ¿Cuáles se encontraban entre sus favoritos? ¿Qué destacaría de cada uno de ellos? 

 Autorretrato de Méndez Álvarez (1917)

LG -Te estás olvidando dos de los grandes de TBO: Méndez Álvarez un dibujante con un estilo y humor inexplicable para el estilo de TBO en los años veinte y a Cabrero Arnal, que en los años treinta le dio modernismo . Y si hablamos de favoritos, lo siento, me es muy difícil elegir. A todos los “quiero con toda mi alma” pero un poquito más a Coll, Benejam, Tínez, Isabel Bas...

FC -La revista TBO en su última etapa tenía como director a Albert Viña, ¿qué cree que aportó a la revista? ¿Cómo afrontó el cierre de la revista? 

De izquierda a derecha: 
Antonio, el encargado del almacén
Rosa, la secretaria
el señor Moreno, dibujante
don Alberto Viña, el director; el señor Bech, guionista
Xavier, ayudante de Antonio en los últimos días

LG -Como casi todo el mundo sabe, los tres últimos años yo colaboré con Viña para conseguir “aguantar” hasta que Bruguera pagase el precio que el director expuso. Y lo conseguimos. Creo que a Albert Viña no le gustaba este trabajo ya que fue su padre quién se lo impuso. El añorado Albert Viña Tous lo que realmente hubiese deseado era ser médico. Le faltaba poco para terminar la carrera cuando su padre “le obligó” a ponerse al frente de TBO.

FC -Entre las personas que formaron para de la redacción de TBO en diversos momentos, se encontraba la secretaria Rosa Segura. Aparte de llevar el correo del lector, guionizó algunas historias de La familia Ulises, en la última etapa de la revista, ¿qué recuerda de ella? ¿Qué papel jugó en los últimos meses de la revista? 

  Rosa Segura, junto al director de TBO, Alberto Viña

LG -Rosa Segura es una mujer muy femenina, inteligente y buena escritora como lo ha demostrado con su libro. Auténtica secretaria de “saber estar” como pocas, dándole categoría a la empresa ofreciendo al visitante su sonrisa de nácar. Con sus guiones hubiera sido una buena ayuda para Carles Bech. Yo la quiero mucho y nunca la olvidaré. 

FC -Entre los guionistas más activos de TBO, se encontraba Carles Bech, ¿qué cree que aportó a la revista? ¿Cómo fue su evolución como guionista desde los años cincuenta hasta el final de TBO? 

Original de Carles Bech como autor completo,
nº 21 de TBO (1952); dedicada a Lluís Giralt

LG -Carles N. (Narciso) Bech, junto con Arturo Moreno éramos buenos amigos. Cada mes los “subía” a Sabadell a hacer una buena comilona y aproveché tanto como pude de saber cosas, que por edad, sabían ellos del TBO y de sus dibujantes. Bech aportó a la revista mucho, creo que demasiado tratándose de que era redactor y director de la revista de La Maquinista Terrestre y Marítima que fabricaban trenes y tenían en plantilla a miles de personas, ubicada en Sant Andreu (Barcelona) donde el guionista residía. Era el guionista (según él) de todas las historietas que publicaba TBO semana tras semana. Para mí en la última época de TBO era un guionista “quemado”. Tengo una anécdota en exclusiva para tus lectores. Un día en una sobremesa me confió: “… Ya se le digo a la Mercè (su esposa) cuando yo muera no llores. Piensa que me he librado de escribir La familia Ulises”

 FC -¿Qué le dirías al posible lector de 100 años de TBO? ¿Qué se va encontrar? 

LG -Toda una historia jamás contada y todos los datos que no se han “destapados” hasta este libro, ¡ah!, y están gráficamente demostrados…… Y con esto y un bizcocho, goodbye my love.

FC -Gracias por tus palabras.

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